Amor por el romanticismo y el horror

A pocos céntimos Miguelangel Paris   Son pocas las veces que me tomo el tiempo para escribir lo que realmente pienso. Quisiera tener la habilidad para escribir algo honesto y que sea del agrado de todos, porque el talento y dedicación se los dejo a otros como es el caso de Rafael Rodríguez Olmos, quien por cierto es el que más me insiste en escribir. Tengo tan solo 21 años de edad y siento que mi visión del mundo apenas está iniciando, ya lo decía Gardel, 20 años no es nada. Sin embargo, la historia está hecha para ser explorada desde distintos puntos de vistas, han sido muchas las crisis por las que hemos pasado como humanidad. Pero, en un día tan reflexivo quedé con la duda ¿Cuál ha el peor mal de todos? Quizás la destrucción de la biblioteca de Alejandría, a lo mejor las guerras que se han efectuado. También pueden ser la imposición de creencias, o la esclavitud. Sin meditar mucho, todos los males parecen ir a peor, pero para mí, el peor mal son los céntimos de dólar ¿A ...

Siempre sueño con unicornios antes de dormir miro el cielo buscando respuestas y veo una luz... esa luz ha viajado millones y millones de años y la puedo ver en este preciso momento  a pesar de todo, me sigo sintiendo solo y pequeño pero es ese miedo lo que mantiene vivo  ¿No es toda una experiencia vivir con miedo? Y cuando lo comprendes, también ves  que eso significa ser esclavo.  Antes de dormir miro al cielo  y espero pacientemente a que termine la lluvia para que mis lagrimas se desaparezcan  junto a la tormenta. Antes de dormir miro al cielo  y veo las constelaciones, me quedo maravillado con lo perfecto que es, como estar y no estar en la cima del cielo ¿No? Antes de dormir miro el suelo y me sonrió porque sé que allí  en mis sueños mas profundos  me espera un unicornio ¿Soñaras está noche con unicornios o seguiremos sin encontrarnos? 

Me hace falta tinta para escribirte los versos  que nunca me atreví. Me hace tanta falta  el tinto que de ti bebí,  ese tinto que se desangran en mis paginas y que en poesía nunca convertí. Ahora esa escasez de amor y esa escasez de vino que hay en mi me obligan a escribir poesía  sucia y con sabor a ti.  Me haces tanta falta tinta mía  y tanta tinta me falta  para escribirte a ti 

 Estoy aterrado, los minutos pasan y veo mi vida pasar frente a mí en una nebulosa de colores. Y entonces comprendo, voy a morir. Es 20 de abril de cuya fecha no puedo recordar, mis átomos y los de Alice se desvanecen en la brumosa del todo y de lo que ahora será la nada. Las lagrimas se evaporan como un breve momento, ese breve momento que no pudimos ser. Todo es tan confuso, puedo ver esa luz blanca ¿Dios? No lo sé. Morir se siente como un hormigueo, como si todo el mal del mundo se desvaneciera.  Observo el cielo por ultima vez, no es un azul hermoso como lo es el edén, es oscuro, plagado de cenizas y de aviones.  Es primero de agosto, en unos años antes de esta tragedia. Alice me invita a salir, es primera vez que una mujer lo hace, mientras sus manos se deslizan por el helado nuestros dedos se chocan. Es septiembre y sé que estoy enamorado, juntos construimos un futuro que probablemente no exista. Busco consuelo en Dios, aunque nunca creí en él… siento temor por últi...