La muerte nos enseña amar
Que difícil es reconocer la muerte entra tanta vida, el tiempo pasa volando y no nos damos cuenta enseguida. Amar y ser amados, tiende a ser la mayor de las dichas. No conocemos el velo de la muerte, hasta que nos sorprende con una sonrisa. Se nos derrumban los sueños esos que guardábamos en castillos de cristal, sin pensar que iban a caer jamás. La muerte nos enseña a amar, a apreciar la poca existencia que nos dan. El camino para la muerte puede ser corto largo y no intentes aferrarte, porque antes que tú, lo hicieron mil ancianos, pero se fueron igual. Ojalá la muerte me avise cuando llegue, y no por miedo, solo me quiero arreglar