Outer Wilds: la vida como es
Miguelangel Paris
“Sí la muerte fuese un bien, los Dioses no serían inmortales”
Antes de empezar a escribir, sabía que este texto tendría por nombre “Outer Wilds es una obra de arte” y empezando me di cuenta que son tantas cosas lo que hace a este videojuego tan único para cada persona que resumirlo en 1500 caracteres sería una absoluta locura. Pero antes de llegar al punto principal quiero hacer una fugaz pregunta ¿Qué harías si te dicen que mañana morirás?
El videojuego y su estructura
En términos muy básicos y simples la gran mayoría de videojuegos se manejan por la misma estructura, solo que cambian un poco la mecánica, pero para ser simplista siempre será lo mismo, una historia con un inicio y un fin, y ésta se desarrolla mientras el protagonista sigue las indicaciones que el juego le da, casi siempre es una flecha en el mapa, o una misión que aparece en el menú principal el que te guían por la historia. La historia y el mundo de los videojuegos no avanzan hasta que nosotros, los protagonistas de la historia, no llegamos a donde el juego nos indica, es como cuando llevas a un niño del brazo para que no se pierda, el mundo gira en torno a nosotros. Por ejemplo, si es un videojuego donde el mundo se está extinguiendo nosotros deberemos rescatarlo y de alguna forma u otra lo haremos, porque el juego estructuralmente está para eso, para que salvemos al mundo, nuestras decisiones ya están escritas, es lo que tiene que pasar.
Outer Wilds y su belleza
Bien, Outer Wilds es muy simple, somos de una raza que no está tan avanzada tecnológicamente y su misión es explorar el sistema solar en el mundo que habitamos… Sí, eso es todo. Al principio es inquietante, porque no existe una brújula o un radar que te diga qué hacer, solo estás viajando y explorando por sus mundos. Aunque claro, la trama se complica cuando comenzamos a buscar, y nos damos cuenta de que el sistema solar está en bucle que se repite cada 20 minutos y el sol está muriendo. Pero eso es lo lindo de Outer Wilds, puedes estar explorando sin más en el espacio y de pronto todo vuelve a comenzar, y la primera vez que pasa esto es intrigante, porque no sabes qué ocurre, y ese deseo de querer saber te hace investigar su mundo y mientras más exploras más te das cuenta que no es lo que parece.
Hay pocos personajes con los que interactuar en el juego y eso es brillante, porque a pesar de lo que hagamos ellos seguirán haciendo su “vida” puedes comentarles sobre las cosas que te has encontrado y ellos reaccionarán a eso, como también puede que les de igual, y eso es lo hermoso de Outer Wilds, no eres el protagonista, no eres el elegido, no eres quien va a salvar el mundo, porque no puedes detener la supernova, solo eres alguien más, que está a punto de morir…
La muerte
Al principio del texto hice una pregunta ¿Qué harías si te dicen que mañana morirás? Aunque debes descubrirlo tú mismo en el juego te das cuenta que tienes un tiempo limitado, 20 minutos… tan solo 20 minutos para explorar los planetas y descubrir cada historia, si no, deberás empezar desde 0. En cada muerte solo te quedas con ganas de conocer más su mundo, pero omites todo el mensaje que el juego quiere transmitir, y es que a pesar de qué descubras todo, no podrás hacer nada. Si en un punto del juego, antes de que el sol explote, sintonizamos la radio de nuestra nave, podremos escuchar a los personajes tocando sus instrumentos y mientras la explosión abarca todo el universo, podemos escuchar como cada uno de los instrumentos van desapareciendo. Y entonces me di cuenta, que quizás antes de que acabara todo, pude haber hablado más con ellos, que quizás en el siguiente bucle pueda escuchar un chiste en ese otro planeta. Pero ¿y sí ese era su último bucle?
Mientras ocurre la supernova podemos estar donde nosotros queramos, muy alejados para ver la explosión llegar a nosotros, o muy cerca con nuestros amigos, todos reunidos y escuchando música alrededor de una fogata, tocando el banjo o quizás silbando. Porque es la primera vez que un juego no me dice lo que tengo que hacer, porque estoy ahí disfrutando con ellos, porque durante todo el juego me encariñe, no hace falta una historia dramática, solo eso, estar con quienes te acompañaron durante todo el viaje, justo cuando llega el final.
Porque eso es Outer Wild, una metáfora de la vida y el cómo debemos aprender a valorar el bucle que se repite cada día, porque nos refugiamos en la idea de que mañana podremos darle un beso a ese amor, que luego le diremos a nuestros padres cuánto los amamos, nos confiamos en que mañana será un nuevo día. Sin embargo, Outer Wilds es una maravilla porque nos recuerda cada día que la muerte es inevitable y que muy probablemente mañana no vamos a estar. Y es por eso que le agarre tanto cariño, quizás porque no me pude despedir de mi padre, o de mis mascotas cuando fallecieron, o me confié tanto en que vería a mis amigos una vez más y al siguiente día ya no estaban. Supongo que por eso no puedo odiar ni sentir rencor por nadie, porque sé que probablemente en un futuro ya no estarán y solo me queda amar…
Llegará el día que esa supernova nos alcance a todos y cuando intentes llamar a tus amigos, a tus familiares, no habrá nadie que responda, tan solo silencio, todas sus voces se habrán ido. Ni siquiera pude despedirme de mi padre, y recuerdo que al día de hoy sigo llorando, porque ese día fue la primera vez que vi morir una estrella en el cielo. Entonces me di cuenta que el tiempo corre para todos nosotros y eso me dio miedo, porque siento que no tengo el tiempo suficiente para agradecer a todas las personas que estuvieron y están conmigo, porque tuve la oportunidad tantas veces de despedirme y no lo hice, y me llena de tristeza pensar que no hay más para ellos; y para nosotros solo queda un gran dolor…
Porque al final del videojuego lo comprendes todo, y te hace sentir mal porque después de tantas partidas, es la primera vez que quieres hablar con todos y animarlos a tocar esa última canción. Corres a hablar con cada uno de ellos, porque no se trata de desbloquear vidas o un final secreto. Se trata de vivir el momento, es un momento único que dura lo que tú quieres que dure, y no importa cuánto alargues cada conversación, sabes que al final terminará. Y eso solo me hace recordar lo horrible que me siento cuando me tengo que despedir, y por eso es tan increíble este videojuego, porque al final de todo no importa todo lo que aprendiste. No importa que hayas recorrido la galaxia en busca de toda la historia. Nada de eso importa. Lo que importa realmente son las sensaciones, las aventuras, los sueños, las emociones y los amigos que hicimos en el camino y es entonces que comprendes que, si piensas que mañana será el fin de todo, te aferras a la última gota de esperanza que te queda y amas, amas como nunca has amado, porque solo cuando nos damos cuenta de que todo va a terminar es que damos todo, es por eso que hay que vivir la vida como si fuera el ultimo día. Gracias… por todo.
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