La liebre y la luna

Hace mucho tiempo, existía un lugar cuyo nombre no puedo recordar, un hermoso pueblo, lleno de felicidad y dicha. Ahí vivía una joven niña, se aburría muy rápido de las cosas, era inquieta y buscaba cosas que jamas existieron. Un día caminando por un lago, mirando por el extenso bosque y perdiéndose en lo mas profundo de el, se encuentra con una liebre, se sorprende al ver que esta la entiende.
~Vas muy deprisa, pequeña. ~Exclamó la liebre. Uniéndose a ella.
~Me he perdido, en este enorme bosque.~Dijo la adorable niña con voz baja. 
~¿Te has perdido? ¿De donde vienes? o ¿Hacía donde vas? ~Preguntó la liebre
~Estaba buscando el camino a algún lugar y vengo de... no recuerdo. ~Dijo la niña, agachando su cabeza
~Entonces sigue caminando hacia ningún lugar, quizás lo encuentres. ~Sonrió la liebre
~No es gracioso, hace unos días casi no recuerdo como volver a casa. ~Elevó su voz
~Buscas el camino a algún lugar, pero sin saber a donde quieres llegar, así te perderás, solo tu corazón te puede guiar. Los caminos solo se pueden ver con el corazón, mereces perderte para encontrarte contigo misma, no estás sola, aunque lo parezca, la luna te acompaña, esa luna celosa que nunca vez. Confía. ~Dijo la liebre posando en sus pies.
~¿Y si nunca me encuentro? ~Preguntó asustada la niña.
~Entonces la luna y el río te devolverán a casa. ~Dijo la liebre antes de marcharse. 
~Ayuda, se hizo de noche, no me dejes, te lo ruego ~Gritó la niña.
~Sigue a las estrellas y recuerda; siempre estarás perdida, pero, si no te pierdes totalmente, nunca sabrás si lo estuviste.Es necesario las sombras, el olvido y el dolor de nunca saber si nos volveremos a encontrar. Solo en la oscuridad encontraras un significado para encender la luz, sera entonces, y solo entonces, cuando te des cuenta que para danzar en la solitaria noche del bosque necesitamos aprender a bailar, sobre el destello de luz más pequeño ~Susurró la liebre mientras desaparecía en el bosque. ~Ese es el regalo mas bello que nos puede ofrecer la luna.
Pasaron los meses, años, luego de tanto caminar la niña había llegado a su casa, nunca se olvidara de aquella Liebre, que le enseño a encontrarse en una oscura noche. Luego de cada luna llena una señora ya muy mayor visita al bosque, para encontrarse consigo misma y recordar lo que quizás... nunca fue

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