Aquel amor de tango
Como un desliz de mi sórdida y vida gris estabas ahí, agitando tus brazos hacia mi con una postura regida y voz tímida. Besabas mi voz bajo el azul de colibrí y como un ruiseñor paso y nos vio desde ese entonces quedamos así tallados en el tiempo y el espacio como un marfil. Como despertar en el auge sin un cielo gris, nuestro ritmo quedo ahí. Sepultado entre los pasos calientes que nos vieron venir. Ahora mi tango soy yo y yo soy mi tango Tú eres poesía que no tengo y que por eso ya no bailo