Amor por el romanticismo y el horror

 A veces siento que me gusta divagar contando mis cosas, para conectar con personas que divaguen igual que yo. Siempre me sobreexigo más de lo que puedo dar, y supongo que el artista tiene ese defecto de  querer llegar a más personas. Elegí la magia sobre cualquier disciplina, porque veo en ella la parte más primitiva del ser humano, la inocencia, conectar con su niño interior y lograr cambiar su día.  No hago magia para conectar con todo el mundo, pero sí con corazones que han sufrido y amado como yo lo hago y sí llego a más personas supongo que tendré que exigirme más, y aunque no me crean, solo quiero llevar mi canto amigo a quien pudiera necesitar... 

 La parte más difícil de crecer es darme cuenta que las cosas que más amaba morían, y no solo personas; lugares, canciones, ilusiones, emociones y un sin fin de cosas que nos mueven el alma.  He visitado tantas tumbas en estos últimos años y es casi imposible no volverme un sentimentalista de mierda, que se conmueve por cualquier cosa.  Y entendí que nos duele decir adiós a esas cosas, porque será una larga despedida, aunque sigamos regresando una y mil veces a dejar rosas o a tratar de invocar recuerdos. Crecer me enseño a decir adiós, sabiendo que un día volveré, a buscar mi querer, a soñar otra vez... 

Quizás no soy el único melancólico, que busca de forma casi demoniaca someterse a recuerdos del pasado, buscando rastrojos de un pasado que no volverá. Quizás en redescubrir canciones, leer o simplemente presenciar acontecimientos que parecen un doppelganger de un recuerdo más feliz. A veces me gusta recordar personas que solo existen en mis buenos y malos recuerdos, irme por los caminitos y pensar que desde que se fueron triste vivo yo

 Te invito un café, para que nos contemos los segundos y las horas que pasamos alejados, y mientras tragas el ultimo sorbo me mires con esa sonrisa tan hermosa que me decía "'¿Me regalas un beso?"  Vamos a contarnos todas las cosas que  nos han pasado y cómo en secreto  nos seguimos amando. Pedí' el café que quieras, solo deseo verte y abrazarte una vez más. Viajemos violentos por las plazas  que vieron crecer nuestros sueños. Invítame un café, y luego róbame un beso, pero no cualquiera, uno que diga "Te extrañe muchísimo". Caminos por el vacío de nuestras almas, hasta que nuestros corazones conecten. Y antes de decirnos adiós, bésame el alma, une tu cuerpo con el mío. Invítame a besarte Invítame a hacerte el amor Invítame a explorarte una vez más, porque en los sueños ya no me basta.    

 Escríbeme una carta, y en ella plasma cuanto me amas. no lo cuantifiques en números, solo di que me amas, que me amas en la libertad, que me amas en la esclavitud, pero dime que me amas. Hazlo, que a veces tengo días de mierda y no quiero saber de mi existencia. Escribe y detalla cuanto amas mis besos y cómo  amas dormir entre mis brazos cuando hace frío. Escribe una carta para la eternidad, termina de mimar mis deseos y déjame perderme en tus letras, quiero navegar en tus verbos y en esa forma que... Aunque no lo creas, amo mucho de ti, repíteme los recuerdos lindos, acobíjame en tus sujetos y bésame en los predicados.

  Y siendo super subjetivos, aún me cuesta dormir sin tí. Siendo honestos con mis mentiras, a veces quiero ir por ti. Sin tí, las horas parecen años, años luz congelados en la infinita y fría nada. Sin tí, me miento diciendo que todo estará bien y que solo necesito desahogar mi dolor en poesía barata. A veces sueño con que te siento, esos sueños tan lucidos que tengo a tu lado, al menos de forma metafísica. En ocasiones mi corazón se viste, para alejarse un poquito de ti, pero me pongo a llorar cuando intento dejar lo poco que aún me queda de ti. Todo se ha vuelto tan triste, casi no puedo dormir esperando por ti